Conocí a doña Ani Brenes hace muchos años, en un curso de apreciación del arte en la universidad. Como asignación en ese curso, debíamos presentar a un artista que pudiera compartirnos un poco de su quehacer. Yo llevé a mi amiga Lilly, una cantante extraordinaria.
Conocí a dibujantes, pintores, pero no me imaginaba que conocería a una escritora de literatura infantil. Doña Ani nos fue presentada por una compañera, y en la actividad, leyó fragmentos de su libro Preguntas Mágicas.
No entendí cómo, pero lo que escuché me conmovió mucho, y se quedó haciendo nido en mí por bastantes años, inspirándome también. Es por eso que para mí es un honor el día de hoy, contar con la amistad de doña Ani, y más aun, haber trabajado con ella uno de sus textos, el que nos dio la oportunidad de que sus letras se encontraran con mis imágenes, permitiéndome tener la coautoría del texto desarrollando la narrativa visual.
Ha llegado la hora de enfrentar nuestros miedos cotidianos, conocerlos, abrazarlos y, poco a poco, darles forma de amigos, llenos de color y textura con los que incluso podremos compartir nuestros sueños y nuestras más profundas alegrías.